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Iniciamos el año con una visita: en enero mi hermana Flora nos presentó a Roberto, con quien estaba saliendo.  Por primera vez en varios años, no fui al Congreso Nacional de Música porque fue en Monterrey y no se me facilitó la situación en varios aspectos.  En febrero la hermana más ancianita que teníamos, Sor María Esperanza, se puso muy delicada de salud y a mediados de marzo se nos fue al cielo, la primera que moría estando ya en Xochimilco. 

Por esos días, mi hermana Flora nos comunicó que se iba a casar y se iría a vivir a Puerto Rico.  Por lo mismo, programamos despedirnos en un par de comidas y en abril partió mi hermana rumbo a su nuevo domicilio en San Juan, Puerto Rico.  Sentí que todo estaba transcurriendo muy rápido pero comprendí que tenían que ser así los procesos de la vida.

Como cada año, organicé un curso-taller de Música Litúrgica para las hermanas de la Unión de Contemplativas con una excelente participación y respuesta por parte de las hermanas.

Este año no fui a Morelia durante el verano porque mi hermana nos invitó a su boda en Puerto Rico que sería hacia finales de agosto.  Así que pedí permiso y me concedieron estar unos diez días en Puerto Rico acompañando a mi hermana y cuñado en sus primeros días de casados y otros diez días en Chicago, visitando a familia que no había visto desde hacía muchísimos años.  Fueron días increíbles, conociendo lugares bellísimos y disfrutando mucho a mi familia.

Regresando, me apliqué a trabajar el nuevo ciclo escolar de los infantes del Coro.  Preparamos la fiesta de Todos los Santos, con disfraces y toda la cosa y organicé también una Pastorela con ellos.  En la UCAM tuve que organizar un par de actividades antes de concluir el año y preparar los primeros meses del siguiente.  La madre Guadalupe Labarthe, hasta entonces coordinadora de la UCAM, renunció por tema de edad y en lo que se realizaba una asamblea de abadesas estuve temporalmente coordinando la Unión.  Fueron meses intensos pero de mucho fruto.

A finales de noviembre nació mi sobrino Fabián, hijo de la prima más querida, como una hermana para mí. Y para terminar este año algo agitado, organicé con los infantes del coro una Pastorela que fue todo un éxito en sus dos representaciones que tuvimos, además del Concierto Navideño que ofrecimos.

En cuanto a lo espiritual hice por primera vez y casi sin una guía los Talleres de Oración y Vida que propone el P. Ignacio Larrañaga y dediqué muchas horas en la meditación de los salmos.  Siempre han sido de los libros de las Sagradas Escrituras que más me gustan y que más ocupo para la oración además de los Evangelios. En www.lamusicasacra.wordpress.com publiqué: “Obra Sacra de Miguel Bernal Jiménez” (dividido en cinco partes),

Estos años que siguen tengo abundantes fotos porque los teléfonos celulares nos permiten registrar muchos momentos de nuestro día a día. Podría poner toda una galería con sólo las fotos de éste y en adelante cada año hasta la actualidad. Les comparto sólo algunas:

Les comparto ahora unos textos tomados de las Confesiones de San Agustín. Son textos conocidos pero vale mucho la pena volver a interiorizarlos:

Seguimos adelante en este Año Jubilar. Los espero en mi próxima entrada que será, Dios mediante, el 23 de septiembre. Un gran abrazo para todos.